miércoles, 13 de abril de 2011

ESTADO SOCIAL Y ESTADO LIBERAL



Estado social es un concepto propio de la ideología o bagaje cultural político alemán. El concepto se remonta a la formación del Estado alemán y, pasando a través de una serie de transformaciones, en la actualidad forma las bases político-ideológicas del sistema de economía social de mercado. En términos más recientes, incorpora a su propia denominación el concepto de Estado de derecho, dando lugar a la expresión Estado social de derecho,[] [][][][]y también, además, el concepto de Estado democrático, dando lugar a la expresión Estado social y democrático de derecho.[]
El Estado social es un sistema que se propone de fortalecer servicios y garantizar derechos considerados esenciales para mantener el nivel de vida necesario para participar como miembro pleno en la sociedad.
Provee la integración de las clases sociales menos favorecidas, evitando la exclusión y la marginación, de compensación de las desigualdades, de redistribución de la renta a través de los impuestos y el gasto público. Utiliza instrumentos como los sistemas de educación y sanidad (en mayor o menor grado públicos o controlados por el estado, obligatorios o universales y gratuitos o subvencionados), financiados con cotizaciones sociales. Se tiende a la intervención en el mercado y la planificación de la economía, todo ello en contra de los principios del liberalismo clásico.

El Estado liberal es el que surge como resultado de la Revolución Liberal en sustitución de la Monarquía absoluta propia del Antiguo Régimen. Es el sistema político propio del comienzo de la Edad Contemporánea, en la nueva formación económico social que puede denominarse Nuevo Régimen o Régimen Liberal. Su duración en el tiempo puede entenderse como continua hasta la actualidad o limitarse hasta el período de entreguerras (1918–1939), en que entra claramente en crisis.
La forma de estado no es determinante para su caracterización, pues una monarquía constitucional (como en la Constitución de 1812 en España), una monarquía parlamentaria la Revolución Inglesa del siglo XVII) o una República (como en el caso de la Revolución francesa).
En cualquier caso, lo que caracteriza al nuevo sistema político es el papel del Estado Liberal como un instrumento en el triple proceso que se ha dado en llamar Revolución Burguesa, Revolución industrial y Revolución Liberal, de transformación social, económica y política en beneficio de:
 Libertad
El Estado liberal pretende ser, según propone el liberalismo económico desde Adam Smith, un estado mínimo, que no interviene en economía (al contrario que el mercantilismo propio del Antiguo Régimen), y que solamente garantiza el ejercicio de la libertad individual, por ejemplo garantizando la existencia de un mercado libre sin restricciones y un ejercicio ilimitado de la propiedad privada. Por eso es tan importante que sus primeras medidas sean la Desamortización, la Desvinculación o la supresión de los gremios (que incluye la prohibición de los sindicatos obreros)
 Igualdad
La igualdad de condiciones que se pretende para la sociedad significa que desaparecen los privilegios y los estamentos para que exista una clara división social en clases basada en la riqueza, lo que se reconoce en el sistema electoral del sufragio censitario. Para ello, el llamado doctrinarismo o liberalismo doctrinario (en España Donoso Cortés) encontrará las oportunas justificaciones ideológicas. La eliminación de los privilegios territoriales o fueros permite la construcción de un estado-nación de dimensiones propicias para un mercado nacional unificado, sin aduanas interiores, y que comparte moneda, sistema de pesos y medidas y legislación mercantil. La revolución de los transportes que supuso el ferrocarril fue vital para esa construcción nacional, que se ve justificada ideológicamente por los movimientos nacionalistas, como por ejemplo en las unificaciones nacionales de Italia y Alemania, que pueden hacer hincapié en otros factores de unificación nacional, como el idioma.
 Separación de poderes
La división de poderes de Montesquieu se aplica como garantía del ejercicio de la libertad del ciudadano, existiendo una relación más o menos equilibrada entre un Parlamento elegido, un Gobierno y un sistema judicial que aplica los principios de la legislación basada en el Código napoleónico. Con la Separación de Poderes del Estado, disminuye el Absolutismo en Europa logrando la creación de un gobierno más liberal y menos absoluto, que respeta las libertades individuales.
 Separación Iglesia-Estado
La situación de la Iglesia Católica en los países del sur de Europa se deteriora como consecuencia de su pérdida de poder económico, político y social (puede hablarse de un proceso de descristianización),[] pudiendo llegar a una separación total entre Iglesia y Estado como ocurre en Francia, o a modelos intermedios, como en España donde se opta por un modelo de Concordato, en que el clero pasa a ser subvencionado por el Estado.

MARTA VILLALBA ZABALLOS.

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